La vida es bella, pero nosotros la complicamos todos los días, no nos damos cuenta que debemos cerrar capítulos y mirar hacia delante.
Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se cierran aun a tu pesar.
¡Ya no vives mas en casa, te independizaste?
¡Saliste de viaje!
¡Una amistad se acabo!
¡Un amor no correspondido!.
Puedes pasar mucho tiempo de tu presente rebuscando el por qués.
¡Te empeñas en devolver un regalo y tratar de entender el porque sucedió, lo que sucedió!.
El desgaste puede ser infinito porque en la vida. Los amigos, la familia, los amores, todo un día acaba, estamos abocados a ir cerrando capítulos de nuestra vida.
A pasar pagina. A terminar con etapas o con momentos vividos de la vida y seguir para adelante.
No podemos estar siempre en el presente añorando el pasado.
Ni tan siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió hecho esta.
Hay que soltar lastre, hay que desprenderse de el. No podemos ser niños eternamente, ni adolescentes tardíos, ni vivir de trabajos inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere tenerlos con nosotros.
¡No, los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Hay que dejarlos ir, hay que pasar página, hay que vivir solo lo que tenemos delante.
Lo pasado ya pasó, no esperes que vuelva, no esperes que alguien lo reconozca, no esperes que alguna vez se den cuenta de cómo eres y quien eres.
No se soluciona con el resentimiento seguir pensando y dándole vueltas a las cosas, lo único que se consigue es dañarse mentalmente, envenenarse y amargarse.
La vida siempre va hacia delante, nunca hacia atrás porque si andas por la vida dejando las puertas abiertas por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con alegría y satisfacción.
Amores, o amistades que no se cerraron, posibilidades de regresar (¿para que?) necesidades de aclaraciones, cosas que no se hicieron, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron.
¡Hay que enfrentarse a ellos y es el momento de hacerlo, hazlo!. Si no déjalos ir, cierra ese capitulo y convéncete de que no volverán.
Pero no lo hagas por orgullo, ni por soberbia, sino porque tu ya no encajas en ellos: en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese trabajo, para el o ella ya no eres el mismo de hace unos días, unos meses, o unos años, por lo cual no hay nada a lo que volver.
Cierta esa puerta, pasa pagina, cierra ese vinculo, abre uno nuevo. Ni tu serás el mismo ni el entorno al que quisieras regresar es igual, porque en la vida todo pasa, nunca pasa el tren dos veces, nada se queda quieto, nada es para siempre. Tienes que cuidar tu salud mental, amarte a ti mismo y desprenderte de lo que ya no puede ser tu vida. Recuerda que nada ni nadie es indispensable.
Ni las personas, ni los lugares ni los trabajos, porque el día que llegaste a ese mundo lo hiciste sin buscarlo, estaba en tu camino, por lo cual no estas obligado a vivir pegado a el, es un esfuerzo personal que as de afrontar, aprender a vivir sin el si llega ese día, aunque es dolor físico es muy grande, tienes que dejarlo ir.
Todo es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr, porque nada ni nadie es indispensable en esta vida.
Solo son costumbres, apegos y necesidad.
Por eso pasa, cierra, limpia tira, oxigénate, despréndete de casi todo y suelta el lastre y vive.
Vive tu presente….
lunes, 26 de septiembre de 2011
jueves, 22 de septiembre de 2011
Canto al amor
AMOR.¿EXISTES?
Un día más a oscuras, un día mas sin poder imaginar nada, sin poder creer en el sentimiento q a tantos les hace volar, añorando un solo instante en el que pudiese contemplarte en el que pudiese enamorarme.
Solo, me refugio en el canto de las gaviotas que alargan nuestro encuentro en esta explanada de arena para no escuchar el reloj para que el oleaje me haga sentir libre y la luna me de luz para escribirte estos versos a pesar de que aun no te conozco.
Quizás nunca te haya podido mirar a los ojos como otras parejas pero no me hace falta para saber que caería rendido ante ellos el día que los mirara, quizás nunca haya percibido el aroma de tu piel o tu perfume pero no me hace falta para darme cuenta que jamás podre olvidarme de él si algún día pasas por mi vera, quizás nunca haya besado tus deseados labios pero no me hace falta para ser consciente de que el día que los consiga rozar me harás creer en el amor, porque quizás a diferencia de otros yo aun no te conozco pero eso no me dificulta el vivir pensando en ti.
No terminare este pensamiento escrito ocultándome o comenzando una nueva mentira pues en esta larga espera he coqueteado con la tentación y alguna vez he sido esclavo de la lujuria con el único fin de poder encontrarte de que esa primera ultima vez fueses TÚ y ya no habría mas, no tendría que seguir buscándote pero en contra de mis deseos he caído en el pecado sin alcanzar el cielo, no te guardo rencor por no aparecer en mi vida aun, pero al menos apareces en mis sueños si aun tengo que esperar y no puedo tenerte en mi vida alégrame mis sueños y haz que no quiera despertarme de ellos.
¿porque para que despertar sin en la vida real no habría nada más bello que en ellos?
No sé si existirás, pero si no es así igualmente maldigo los minutos que me separan de ti, soy hostil con el destino que es capaz de separar el verdadero amor, que no tiene piedad de dos almas similares que nacieron para amar, porque confieso que no me importa tener de enemigo al tiempo y al destino si a cambio consigo vivir un día una vida contigo..
Un día más a oscuras, un día mas sin poder imaginar nada, sin poder creer en el sentimiento q a tantos les hace volar, añorando un solo instante en el que pudiese contemplarte en el que pudiese enamorarme.
Solo, me refugio en el canto de las gaviotas que alargan nuestro encuentro en esta explanada de arena para no escuchar el reloj para que el oleaje me haga sentir libre y la luna me de luz para escribirte estos versos a pesar de que aun no te conozco.
Quizás nunca te haya podido mirar a los ojos como otras parejas pero no me hace falta para saber que caería rendido ante ellos el día que los mirara, quizás nunca haya percibido el aroma de tu piel o tu perfume pero no me hace falta para darme cuenta que jamás podre olvidarme de él si algún día pasas por mi vera, quizás nunca haya besado tus deseados labios pero no me hace falta para ser consciente de que el día que los consiga rozar me harás creer en el amor, porque quizás a diferencia de otros yo aun no te conozco pero eso no me dificulta el vivir pensando en ti.
No terminare este pensamiento escrito ocultándome o comenzando una nueva mentira pues en esta larga espera he coqueteado con la tentación y alguna vez he sido esclavo de la lujuria con el único fin de poder encontrarte de que esa primera ultima vez fueses TÚ y ya no habría mas, no tendría que seguir buscándote pero en contra de mis deseos he caído en el pecado sin alcanzar el cielo, no te guardo rencor por no aparecer en mi vida aun, pero al menos apareces en mis sueños si aun tengo que esperar y no puedo tenerte en mi vida alégrame mis sueños y haz que no quiera despertarme de ellos.
¿porque para que despertar sin en la vida real no habría nada más bello que en ellos?
No sé si existirás, pero si no es así igualmente maldigo los minutos que me separan de ti, soy hostil con el destino que es capaz de separar el verdadero amor, que no tiene piedad de dos almas similares que nacieron para amar, porque confieso que no me importa tener de enemigo al tiempo y al destino si a cambio consigo vivir un día una vida contigo..
martes, 13 de septiembre de 2011
Sueños en tardes de verano
DIAS DE SUEÑOS Y PLAYA
Tengo sueños bohemios en los que las noches son interminables, son una mezcla de situaciones irreales que hacen que vea mi destino envuelto en una nube de ausencia, donde mi vida transcurre lentamente.
Siento que mis pensamientos se mesclan unos con otros y yo, ajeno a toda realidad intento mantener la esperanza de encontrar en mi sueño, una ilusión que me permita continuar con los pies enganchados al suelo.
No quiero dejar libres mis sueños, no quiero sentir una falta de responsabilidad hacia mis deseos incumplidos. Necesito pensar y sentir que aun me queda tiempo, que aún puedo controlar el péndulo que toma mis decisiones y no dejarme llevar por los sentimientos.
Sé que no puedo controlar mis sueños, pero sí puedo intentar hacer algo con la realidad del día a día.
En mis sueños siempre te esperaré con los brazos abiertos.
En mis sueños puedo sentir las caricias de tus manos, la humedad de tu piel, la pasión de tus besos.
Sueño con el viento acariciando tú pelo, con silencios largos esperando nuevos amaneceres.
Sueño gestos de ternura que me hacen amarte, palabras deseadas que oigo susurrar en mis oídos.
Sueño abrazos de seda y el temblor de un cuerpo deseando que llegue el momento de sentirse abrazado al mío.
Sueño con instantes suspendidos en el tiempo, despertar en tus brazos y sentir en mi piel tus deseos.
Hay días, cuando me asomo a través de la ventana de mi caravana, que no puedo dejar de percibir la inmensidad del mar y la atracción que ejerce sobre mí.
Nadie entiende que me guste caminar a solas, como tampoco sé explicar la sensación que producen en mí los paseos por la playa a unas horas solitarias, sin más compañía que el viento acariciando mi piel y el sonido de las olas deleitando mis oidos.
Me gusta caminar descalzo por la playa y notar la rugosidad de la arena acariciando mi piel, al tiempo que voy despojándome de la ropa dirigirme lentamente hacia el mar, mientras la suavidad de las olas van borrando las huellas que dejan mis pies. En esos instantes, me siento tan lleno, que no hay nada que me altere esos momentos de calma.
Resulta difícil despertar de ese aislamiento que me produce el paseo, cuando la bruma de la tarde empieza a oscurecer y la realidad de nuevo se impone.
Observo maravillado la bruma que precede a los colores de la caída de la tarde y escucho absorto el rumor de las olas que se quiebran entre las rocas y la espuma en un relajado silencio.
La calma de una playa, de unas rocas, que van dejando la huella del tiempo, hay quietud, sosiego percibo en mi rostro de nuevo la caricia del viento, y mi cuerpo se abandona a la quietud de mi sueño.
Es hora de emprender el camino de regreso. Mañana observaré de nuevo a través de la ventana, y si el tiempo me lo permite, volveré a dar mi paseo por la playa.
En mis sueños siempre te espero...
Tengo sueños bohemios en los que las noches son interminables, son una mezcla de situaciones irreales que hacen que vea mi destino envuelto en una nube de ausencia, donde mi vida transcurre lentamente.
Siento que mis pensamientos se mesclan unos con otros y yo, ajeno a toda realidad intento mantener la esperanza de encontrar en mi sueño, una ilusión que me permita continuar con los pies enganchados al suelo.
No quiero dejar libres mis sueños, no quiero sentir una falta de responsabilidad hacia mis deseos incumplidos. Necesito pensar y sentir que aun me queda tiempo, que aún puedo controlar el péndulo que toma mis decisiones y no dejarme llevar por los sentimientos.
Sé que no puedo controlar mis sueños, pero sí puedo intentar hacer algo con la realidad del día a día.
En mis sueños siempre te esperaré con los brazos abiertos.
En mis sueños puedo sentir las caricias de tus manos, la humedad de tu piel, la pasión de tus besos.
Sueño con el viento acariciando tú pelo, con silencios largos esperando nuevos amaneceres.
Sueño gestos de ternura que me hacen amarte, palabras deseadas que oigo susurrar en mis oídos.
Sueño abrazos de seda y el temblor de un cuerpo deseando que llegue el momento de sentirse abrazado al mío.
Sueño con instantes suspendidos en el tiempo, despertar en tus brazos y sentir en mi piel tus deseos.
Hay días, cuando me asomo a través de la ventana de mi caravana, que no puedo dejar de percibir la inmensidad del mar y la atracción que ejerce sobre mí.
Nadie entiende que me guste caminar a solas, como tampoco sé explicar la sensación que producen en mí los paseos por la playa a unas horas solitarias, sin más compañía que el viento acariciando mi piel y el sonido de las olas deleitando mis oidos.
Me gusta caminar descalzo por la playa y notar la rugosidad de la arena acariciando mi piel, al tiempo que voy despojándome de la ropa dirigirme lentamente hacia el mar, mientras la suavidad de las olas van borrando las huellas que dejan mis pies. En esos instantes, me siento tan lleno, que no hay nada que me altere esos momentos de calma.
Resulta difícil despertar de ese aislamiento que me produce el paseo, cuando la bruma de la tarde empieza a oscurecer y la realidad de nuevo se impone.
Observo maravillado la bruma que precede a los colores de la caída de la tarde y escucho absorto el rumor de las olas que se quiebran entre las rocas y la espuma en un relajado silencio.
La calma de una playa, de unas rocas, que van dejando la huella del tiempo, hay quietud, sosiego percibo en mi rostro de nuevo la caricia del viento, y mi cuerpo se abandona a la quietud de mi sueño.
Es hora de emprender el camino de regreso. Mañana observaré de nuevo a través de la ventana, y si el tiempo me lo permite, volveré a dar mi paseo por la playa.
En mis sueños siempre te espero...
martes, 12 de abril de 2011
Buscandote
Hablar de ti es hablar de mi presente, de mi futuro y porque no decirlo de también de mi pasado, porque en él está impregnada mi soledad, mi desesperación, mi deseo incansable de encontrarte, de navegar contra éste océano, contra ésta inmensidad de tanta melancolía.
Hablar de ti es fusionar mi realidad con mis sueños, desprender mi mente del mundo real y conectarme a ti. Tengo tanto que decirte, que contarte hay tanto de que hablar, y son tantos sueños en tan pocas palabras que hablar de ellos en este momento sin pensar en ti seria poco tolerable.
Prefiero esperar, prefiero hacerme a la idea que pronto vendrás, que estás buscándome como yo te busco a ti, que estás dispuesto a compartir el mundo conmigo, que estás ansioso como yo de formar el nuestro y crearlo juntos.
No te conozco aún, no sé qué pensar de ti y sin embargo intento persuadirme entre sueños pero tu imagen sin rostro permanece siempre junto a mí.
En mi cama duermes y me estremezco al tocarte. Dormir en tus brazos y despertar sin ti se me hace costumbre; sentir tus caricias y envolverme en tus pensamientos se me está haciendo un hábito y una terrible necesidad.
A veces me parece encontrarte, pues suelo confundirte entre la espesa bruma, cuando te siento cerca llega siempre el desconsuelo, como si el terrible destino quisiera burlarse, me grita que no estás, que no te tengo aquí, que aun no me encontraste y caigo una tras otra buscándote en ésta batalla sin tregua y no te logro encontrar, no llegas a mí, pareciera que nunca vendrás, que nunca me encontraras.
Me siento terriblemente sólo pero no puedo perder las esperanzas, mañana empezaré mi búsqueda de nuevo intentando no equivocar de nuevo mi camino, mi instinto me ha de llevar con certeza a ti aunque me demore una eternidad, estoy dispuesto a esperarte porque no tengo más que perder y sin embargo tanto que ganar…
Hablar de ti es fusionar mi realidad con mis sueños, desprender mi mente del mundo real y conectarme a ti. Tengo tanto que decirte, que contarte hay tanto de que hablar, y son tantos sueños en tan pocas palabras que hablar de ellos en este momento sin pensar en ti seria poco tolerable.
Prefiero esperar, prefiero hacerme a la idea que pronto vendrás, que estás buscándome como yo te busco a ti, que estás dispuesto a compartir el mundo conmigo, que estás ansioso como yo de formar el nuestro y crearlo juntos.
No te conozco aún, no sé qué pensar de ti y sin embargo intento persuadirme entre sueños pero tu imagen sin rostro permanece siempre junto a mí.
En mi cama duermes y me estremezco al tocarte. Dormir en tus brazos y despertar sin ti se me hace costumbre; sentir tus caricias y envolverme en tus pensamientos se me está haciendo un hábito y una terrible necesidad.
A veces me parece encontrarte, pues suelo confundirte entre la espesa bruma, cuando te siento cerca llega siempre el desconsuelo, como si el terrible destino quisiera burlarse, me grita que no estás, que no te tengo aquí, que aun no me encontraste y caigo una tras otra buscándote en ésta batalla sin tregua y no te logro encontrar, no llegas a mí, pareciera que nunca vendrás, que nunca me encontraras.
Me siento terriblemente sólo pero no puedo perder las esperanzas, mañana empezaré mi búsqueda de nuevo intentando no equivocar de nuevo mi camino, mi instinto me ha de llevar con certeza a ti aunque me demore una eternidad, estoy dispuesto a esperarte porque no tengo más que perder y sin embargo tanto que ganar…
martes, 5 de abril de 2011
A la orilla del mar
Ahora que ya te fuiste, te diré que te hecho de menos.
Ahora que no me oyes, porque debo callar.
Tú seguirás tu vida y me olvidarás primero.
Y yo aquí, recordándote, siempre a la orilla del mar.
Dicen que hay un amor tranquilo que dura hasta la muerte,
y otro amor más tempestuoso que no puede durar.
Hubo muchos días y muchas noches, nunca quise retenerte.
y ahora estoy aquí solo recordándote a la orilla del mar.
Tú, que nunca supiste lo que yo por ti sentía,
entre otros brazos estarás y nunca lo sabrás.
Tal vez mires a otro, igual que a mí aquel día.
Yo siempre seguiré aquí, recordándote, solo a la orilla del mar.
El rumor de las olas van cantando tu nombre,
y el viento de la noche en mis oídos me lo repite al pasar.
Quizás estés entre los brazos de otro hombre.
Y yo seguiré siempre aquí, recordándote, solo a la orilla del mar
lunes, 4 de abril de 2011
Un fantasma. EL AMOR
REFLEXION A UN FASTASMA, EL AMOR
Hoy escribo otra carta sin destino para que sepas que a pesar de los años te sigo buscando.
Llueve, la lluvia cae ligera, hace un poco de frío.
Mi alma esta triste, esta llorando al recordar momentos que no nunca volverán, noches pasionales cuando embriagado de amor me entregaba al sueño con esperanza de soñarte como cuando fui niño y te soñé por primera vez, desde entonces te espero, no se si un día vendrás.
Ahora estoy triste, solo, llegaste a mi en mal momento, llegaste en mis sueños, así tenia que suceder, así Dios lo quiso, así tenia que conocerte, en un sueño, así quiso Dios que conociera la fuerza del amor.
Acepto resignado que seas en mi vida mi sueño, mi amante invisible, el fantasma de mi mente, mi eterno sueño de amor secreto.
Te envío con esta reflexión que no leerás, ni los besos que nunca podré darte.
Mi alma siempre te adorará, te necesito para vivir, pero se que será imposible encontrarte, serás siempre invisible porque este sentimiento inmenso no es carnal.
Me despido aunque nunca a tus manos lleguen mis pensamientos y sueños, aun así te seguiré escribiendo porque te siento sin conocerte.
Hasta pronto mi fantasma de amor.
Un soñador…
Hoy escribo otra carta sin destino para que sepas que a pesar de los años te sigo buscando.
Llueve, la lluvia cae ligera, hace un poco de frío.
Mi alma esta triste, esta llorando al recordar momentos que no nunca volverán, noches pasionales cuando embriagado de amor me entregaba al sueño con esperanza de soñarte como cuando fui niño y te soñé por primera vez, desde entonces te espero, no se si un día vendrás.
Ahora estoy triste, solo, llegaste a mi en mal momento, llegaste en mis sueños, así tenia que suceder, así Dios lo quiso, así tenia que conocerte, en un sueño, así quiso Dios que conociera la fuerza del amor.
Acepto resignado que seas en mi vida mi sueño, mi amante invisible, el fantasma de mi mente, mi eterno sueño de amor secreto.
Te envío con esta reflexión que no leerás, ni los besos que nunca podré darte.
Mi alma siempre te adorará, te necesito para vivir, pero se que será imposible encontrarte, serás siempre invisible porque este sentimiento inmenso no es carnal.
Me despido aunque nunca a tus manos lleguen mis pensamientos y sueños, aun así te seguiré escribiendo porque te siento sin conocerte.
Hasta pronto mi fantasma de amor.
Un soñador…
sábado, 2 de abril de 2011
La esperanza y el Corazon
Una noche de mediados del mes de septiembre una esperanza nueva entró por la ventanita del ordenador. Así comienza la historia de la esperanza y el corazón
Se hicieron grandes amigos, hablaban, se reían juntos, se contaban confidencias y se llegaron a decir cosas de amor.
Cosas que a la esperanza por ser como era la llenaban de gran valor.
Su historia era, como la de dos caminos, que van paralelos, unas veces tan juntos que casi se pueden rozar, otras un poquito más separados. Pero eso daba igual, porque en esas ocasiones la esperanza sentía a su corazón y éste sentía su esperanza.
Fueron pasando los días y la esperanza se acostumbró a que el corazón la dijera cosas, la halagara, pero lo que la esperanza no sabia es que todo era una ilusión, un sueño que la esperanza no podría alcanzar nunca.
Cada día que pasaba la esperanza crecía de orgullo, sonreía más y hasta se veía más guapa e interesante.
Pero como en toda historia llega la parte triste.
Llegó el día en que aquellos dos caminos se empezaron a separar, más más y más.
Hasta que dejaron de verse, aquello a la esperanza la entristeció mucho pero sabia que tenía que ser así y que no podía hacer nada, tan sólo esperar, esperar a que su corazón volvieran pronto a buscarla.
Fueron pasando las horas y los días y su corazón no regresaba.
A veces, sólo algunas veces, le veía de muy lejos y sufría en silencio porque éste no la decía nada.
La esperanza pensaba que todo pasaría, y se acordaba de las palabras que el corazón la había dicho en algunas ocasiones.
Un día entro en escena la ilusión e intento conquistar a la esperanza, todos los días la regalaba un ramito de flores, la dejaba un mensaje pero la esperanza no quería, ella quería solo a su corazón, no quería pensar que todo lo que habían vivido se terminara así de un plumazo, no quería pensar que todo se acabaría así, deseaba que todo volviera a ser como antes.
Habló con la ilusión y le hizo ver que nada tenía que hacer, que la dejara, la ilusión enfadada la dijo que su tiempo se estaba terminando, que el corazón no regresaría nunca, la esperanza enfadada le dijo que aún la quedaba una cuerda en su violín y que seguiría esperando. Esperando el tiempo que fuera.
Y ahora la esperanza duerme, esperando y soñando que su corazón no la haya olvidado y regrese pronto a buscarla y la despierte con un suave y dulce beso. Y que de nuevo el corazón palpite con mucha fuerza y la esperanza entre de nuevo por esa ventana con mayor fuerza.
Y juntos, quien sabe puedan hacer su sueño realidad
Se hicieron grandes amigos, hablaban, se reían juntos, se contaban confidencias y se llegaron a decir cosas de amor.
Cosas que a la esperanza por ser como era la llenaban de gran valor.
Su historia era, como la de dos caminos, que van paralelos, unas veces tan juntos que casi se pueden rozar, otras un poquito más separados. Pero eso daba igual, porque en esas ocasiones la esperanza sentía a su corazón y éste sentía su esperanza.
Fueron pasando los días y la esperanza se acostumbró a que el corazón la dijera cosas, la halagara, pero lo que la esperanza no sabia es que todo era una ilusión, un sueño que la esperanza no podría alcanzar nunca.
Cada día que pasaba la esperanza crecía de orgullo, sonreía más y hasta se veía más guapa e interesante.
Pero como en toda historia llega la parte triste.
Llegó el día en que aquellos dos caminos se empezaron a separar, más más y más.
Hasta que dejaron de verse, aquello a la esperanza la entristeció mucho pero sabia que tenía que ser así y que no podía hacer nada, tan sólo esperar, esperar a que su corazón volvieran pronto a buscarla.
Fueron pasando las horas y los días y su corazón no regresaba.
A veces, sólo algunas veces, le veía de muy lejos y sufría en silencio porque éste no la decía nada.
La esperanza pensaba que todo pasaría, y se acordaba de las palabras que el corazón la había dicho en algunas ocasiones.
Un día entro en escena la ilusión e intento conquistar a la esperanza, todos los días la regalaba un ramito de flores, la dejaba un mensaje pero la esperanza no quería, ella quería solo a su corazón, no quería pensar que todo lo que habían vivido se terminara así de un plumazo, no quería pensar que todo se acabaría así, deseaba que todo volviera a ser como antes.
Habló con la ilusión y le hizo ver que nada tenía que hacer, que la dejara, la ilusión enfadada la dijo que su tiempo se estaba terminando, que el corazón no regresaría nunca, la esperanza enfadada le dijo que aún la quedaba una cuerda en su violín y que seguiría esperando. Esperando el tiempo que fuera.
Y ahora la esperanza duerme, esperando y soñando que su corazón no la haya olvidado y regrese pronto a buscarla y la despierte con un suave y dulce beso. Y que de nuevo el corazón palpite con mucha fuerza y la esperanza entre de nuevo por esa ventana con mayor fuerza.
Y juntos, quien sabe puedan hacer su sueño realidad
lunes, 14 de marzo de 2011
domingo, 13 de marzo de 2011
jueves, 3 de marzo de 2011
miércoles, 2 de marzo de 2011
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